La vida vale un par de zapatos

Revólveres como arroz
fuego cruzado
ruleta rusa de balas perdidas
que siempre caen en cuerpos inocentes
malandro que soñaba con jugar en las grandes ligas
hoy te quita los zapatos Nike
y luego te pega un tiro en el pecho
besa el crucifijo
y sale corriendo.
Cuando cree que está a salvo
saca la carterita de anís
para que la sangre fría
se vaya calentando
se pone los zapatos que acaba de robar
y camina como si hubiese vuelto a nacer
sabiendo que hay una bala que lleva su nombre.