miércoles, 5 de diciembre de 2012

Poema despedida de Reversos Infames

Reversos Infames

Hoy los poetas anunciamos la retirada, vamos con nuestras coronas de alambres de púa,  al entierro de Reversos Infames.
Reversos infames, era ese día en el calendario de cada mes en el cual nos reuníamos en el lugar exacto para tanta imprecisión, era el día en el que rompíamos ese pacto involuntario con el silencio y la timidez, eran esas horas en la cuales nos quitábamos la camisa de fuerza y aprovechábamos esos ataques transitorios de lucidez,  esos instantes en los que nos reconciliábamos temporalmente con la humanidad , ese momento preciso en el cual nos convertíamos en ese asesino, que te mira como un animal de sangre fría y al cual le queda una última bala, que intenta convertir en una flor inédita en un jardín definitivo.
Reversos infames era ese día en el que nos pedíamos una excedencia voluntaria, calibrábamos nuestras armas y desatábamos toda nuestra artillería contra nuestros detractores universales, y con disciplina de hierro nos apropiábamos impunemente del mundo por unas horas.
Reversos infames era el búnker donde conocí a un semental de la poesía, un tal Víctor LaGounda, al presidente de la Generalitat que todos soñamos, un tal Mag Márquez, al entrañable Xavier Sabater, al dúo dinámico del Hospitalet Curtis y Kronia, a un extraterrestre disfrazado de poeta, un tal Dante Alarido. Fue en esas cuatro paredes donde me di cuenta de que si no leías los poemas de NO LEAS MIS POEMAS, eras un verdadero infame. Sé que ingratamente me olvido de muchos otros poetas, pero tengo una memoria en versión analógica.
Es duro el oficio del poeta, son duras las despedidas, son duros los finales indiscutibles, mientras esté huérfano de Reversos Infames, intentaré abolir las horas de espera, para volver al lugar del crimen y darme cuenta de que sólo fue un Simulacro del Fin del Mundo.


Andrés Belalba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario