lunes, 17 de marzo de 2014

Quiero querer a una mujer

Quiero querer a una mujer
que recorra mi cuerpo de este a oeste
dejando sentir sus efectos,
que me ponga en alerta naranja o amarilla,
que me alcance con sus besos de hasta 100 km/h,
que pase sus manos azules sobre mis cicatrices,
que empañe parabrisas, que cruce semáforos en rojo sin mirar,
que me desordene la mente, que sea activista de mis fantasías,
que olvidarla sea pensar en un rostro como el suyo.

Quiero querer a una mujer
que todo lo que toque lo convierta en nosotros,
que me conceda los permisos para la demolición de mis fantasmas,
que me arranque la etiqueta de fecha de caducidad,
que se encadene en mi sien, que nade en contra de mi corriente,
que pesque en mis ríos revueltos, que llueva, truene y relampaguee,
que se aprenda de memoria cada una de mis marcas.

Quiero querer a una mujer
con ton y son
que se trague todo mi orgullo, que salte la valla de mi cordura,
que atraviese mi piel con sus dedos-balas y me deje bien herido,
que se vaya sin alejarse y cuando regrese sea como si no se hubiese ido,
que no escatime en caricias, que sea la aguja perdida en mi pajar, que me
deje recluir voluntariamente en sus ojos, que me respire a pleno pulmón.


Quiero querer a una mujer
que me deje contemplarla sin las prisas ni las urgencias de la vida,
que tenga fe en mis versos, que envenene mis venas, que sea el espejo
donde nos reconozcamos, que me excarcele por los daños que me causé a mí mismo,
que haga gritar mis tripas, que me haga sentir el frío de Detroit o el calor del Cairo,
que sea un soldado de mi libertad.

Quiero querer a una mujer.

belan




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