Todo pasado y futuro
son la muerte del presente,
quieres libertad sin desprenderte de ti,
quieres el fruto maduro sin haberlo sembrado.
Nos conformamos con lo que flota en la superficie
ignorando lo que hay en la profundidad,
nos acercamos al borde y
no sentimos el vértigo,
hay tanto ruido que no escuchamos
lo que se quiebra en nuestro interior.
No podemos derrotar la inercia,
algo nos arrastra y nos dejamos llevar,
algo nos espera, pero no dejamos de mirar hacia atrás.
Vivimos rodeados de humanos apáticos
de humanos subjetivos,
de muertos vivientes,
estamos cercados por fuegos artificiales,
por estatuas de héroes que no existieron.
¿Ahora entiendes por qué los peces no pueden respirar fuera de la superficie?
¿Ahora comprendes por qué no puedes arrancarte la máscara
que cubre el último rostro?
¿Para qué quieres el puente si te vas a quedar en el medio?
¿Para qué quieres belleza si la vas a retocar?
¿Para qué rezas si nadie acudirá a tu auxilio?
¿Para qué abres el puño sino vas a tender la mano?.
Recuerda que lo importante es lo que la luz no revela,
recuerda que lo más importante es lo que moja la raíz,
recuerda que en el fondo de las cenizas hay una brasa que se mantiene viva.
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