domingo, 6 de mayo de 2018

Quitarse la máscara

Me quité la máscara y me miré en la palabra hombre
no había reflejo
sólo quedaba la corteza podrida que la cubría
mis índices de seguridad disminuyeron
y mis privilegios de hombre se vieron amenazados.

Me quité la máscara y me miré en el poema
no había reflejo
era como cuando te miras en un espejo
y lo que está al otro lado es nada, la imagen nítida de la nada,
la repetición de la nada, el espejismo de un poeta.

Mi quité la máscara y me enfrenté a mí
por fin pude despegar los ojos del suelo
para mirarme fijamente.
Algo se resintió, cedió y se fue abriendo poco a poco.

Me quité la máscara y miré mi soberbia
y no había reflejo
algo saltó al vacío de mi cuerpo
una y otra vez
cuerpo volcán inactivo
lava disecada en mis venas.

Late la boca de mi estómago
siento náuseas
siento miedo
un miedo como el que deben sentir los animales acorralados
siento como los gusanos se adelantan y empiezan a devorar mi cuerpo lentamente.

Eso es lo que sucede
cuando logras quitarte la máscara por un instante
aunque tengas la certeza de que te la volverás a poner
para no sentir nada.

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