sábado, 17 de agosto de 2019

Después de varias estafas sufridas por la humanidad
todos los caminos conducen a una calle ciega y mi alma no logra ser competitiva.

Escucho el coro desafinado de los que buscan ser solistas,
cantan sin música, no soportan las melodías,
porque las melodías son mezcla, un acorde que cede y se funde con otro, esa transfusión fugaz, la iluminación del instante, una comunión secreta, ese vértigo que solo pueden sentir los que caminan en el alma del epicentro y que esperan la réplica, que a veces es de mayor magnitud.

He sufrido otra estafa,pero quizás yo sea ese tramposo jugador que sentado de un lado del tablero dejó que otro moviera mis piezas.

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