Ella es la bala por la que me pondría delante
Ella es la reconciliación conmigo mismo
Ella es el lenguaje de mi creación
Ella es el Servicio Técnico de mi mundo averiado.
Ella es la paga extra de mis 8 horas al día
y mis 40 horas semanales.
Ella es el país de mis dos ciudades.
Ella es la jaula de este animal inofensivo.
Ella es el número de mi documento de identidad.
Ella es la hojilla que corta mi aliento.
Ella es la mano en la que confía mi ceguera.
Ella es la mezcla de un atardecer en Granada
con una Atenas en llamas.
Ella es el proceso de pacificación de mi guerra interna.
Ella es los minutos del reloj que no quiero
compartir con nadie más.
Ella es...
Andrés Belalba
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