A la espera del asalto final
donde los poetas se alcen en versos
con la esperanza de cambiar el mundo
contra esos que quieren controlar los yacimientos de la dignidad
para que nadie los explote
con la esperanza de convertir las declaraciones de guerra
en gritos sordos
con la esperanza de que a pesar de estar siempre al borde del fracaso
podemos reconciliarnos y aceptar vivir en la fragilidad constante de la paz.
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