Las bestias no ladran ni aúllan
te acarician
pasan su lengua por el silencio de nuestros miedos
las bestias castraron el vértigo y la belleza
y desahuciaron nuestra mirada
convirtieron nuestro cuerpo en una camisa de fuerza
y llenaron nuestra memoria de nostalgia
las bestias no muerden ni arañan
te acarician
abrieron la puerta de la jaula
cuando ya habíamos olvidado lo que era la libertad.
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