Abrir los ojos para mirar como hacen los niños
cuando ven algo por primera vez y se sorprenden
antes de que lleguen a la mirada que los decepcionará
abrir los ojos para reconocer que lo que vimos fue lo
que los otros quisieron que miráramos
abrir los ojos como lo hace un exiliado
que ve una montaña creyendo ver la que le arrebataron
abrir los ojos para mirar a un animal
no para asustarlo, sino para que venga, lo acaricies
y lo dejes ir de nuevo
abrir los ojos para mirar lo que otros miraron
y así evitar la ceguera de la memoria
abrir los ojos para leer el poema que se convertirá
en vértigo y abismo en tu cuerpo
abrir los ojos y contemplar la fantasía que nos ayude
a soportar el peso imposible de todo lo que nos exige la vida
abrir los ojos y mirar lo que surge de la niebla
y siempre supimos que estuvo allí
abrir los ojos y mirar la grieta como una esperanza
y no como una separación definitiva
abrir los ojos desde el centro de la indiferencia
hasta que la angustia llegue y nos obligue a mirar
lo que no quisimos mirar
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